Arroceros buscan formar sindicato único para reclamar por represión sindical
Richard Olivera, dirigente sindical de Arrozal 33, denunció persecución sindical y afirmó que a una de las carpas del gremio la mandaron a quemar..
Hace semanas, los trabajadores del molino Arrozal 33 vienen denunciando malas condiciones de trabajo y represión sindical. Los obreros se reunieron la semana pasada con el diputado del Partido Comunista Gerardo Núñez y hoy lo harán con la dirección nacional de trabajo. El 5 de mayo, cuando los sindicalistas abandonaron el paro y retomaron su trabajo, la carpa en donde se alojaron amaneció quemada.
“Nosotros estamos pidiendo (al patrón) que haya más seguridad, que se ponga las pilas y vea lo que esta pasando. Todo lo que nosotros estamos reclamando es puro y exclusivo para salvar una vida o evitar una lesión de algún compañero de trabajo”, explicó Olivera.
Semanas atrás, la empresa recibió una multa por los traslados de obreros, los cuales se hacían en camioneta llevando una cantidad excesiva de trabajadores. Olivera dijo que pese a la multa “sigue siendo todo igual”.
El dirigente señaló varios casos donde trabajadores se cayeron de la camioneta y el ingeniero jefe no les facilitó asistencia médica, alegando que se caen “por ir tomando mate o por no ir agarrado”. También mencionó una ocasión donde el patrón, al recibir reclamos por parte de un trabajador, lo volteó de la camioneta al arrancar y luego lo despidió.
“En Arrozal 33 somos un 50% afiliados al sindicato. En otras arroceras son todos de 15, 20 personas, y de esas hay 6, 8, a veces 2 (afiliadas). Estamos en proyecto y estamos conversando con otros delegados sindicales, en este año está por salir la reunión para saber cuántos somos y hasta donde vamos a seguir la pelea, hasta cuando el patrón nos va a estar amenazando de dejarnos sin trabajo”. Olivera dijo que la idea es crear un sindicato único para todas las arroceras.
“Los compañeros dicen estar de acuerdo con las medidas pero no apoyan por ese miedo de quedar sin trabajo. Hasta que no lleguemos a ver con los compañeros que se adhieran todos a la causa, no vamos a llegar a mucho. Ahí juega el patrón también, el patrón muchas veces los compra con una herramienta nueva, un tractorcito con cabina, ellos no piensan en la familia y los hacen trabajar 14, 15, 16 horas”.
Sobre el incendio de la carpa, Olivera opina que “la mandaron a quemar” pero no puede asegurarlo ya que no había nadie cuando ocurrió.