Con las esperanzas puestas en súper arroz

El arroz constituye la alimentación básica para más de la mitad de la población del mundo.

En un cuarto de siglo, 8.300 millones de personas necesitarán su ración diaria del cereal. Los científicos aguzan el ingenio para conseguir mayor rentabilidad por hectárea en zonas donde el agua y el suelo son recursos escasos.

El arroz constituye la alimentación básica para más de la mitad de la población del mundo. Dotarlo de mayores nutrientes a fin de ofrecer una dieta más completa a quienes lo consumen frecuentemente es un desafío para la Nueva Agricultura.

Es por ello que son enormes las expectativas que despierta el “Arroz C4”. En un informe difundido esta semana la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se indicó que el desarrollo de esta variedad y de otras similares es “un hecho positivo” al tiempo que se recomendó “vivamente”a los Estados miembros y la comunidad de donantes que den todo su apoyo a la investigación centrada en mejorar la eficacia fotosintética de la planta de arroz.

El Secretario de la Comisión Internacional del Arroz, Nguu Nguyen. Se refirió a los últimos avances destinados a mejorar la eficacia de la planta de arroz. Los científicos trabajan en convertir el arroz de una planta C3 a otra C4. La “C” indica la cantidad de carbono que se captura durante el proceso de la fotosíntesis y que sirve para el crecimiento del cereal.

La ecuación biológica indica que cuanta más energía solar pueda capturar una planta de arroz de forma eficaz, más rendimiento tendrá. Según Nguyen es necesario “afrontar el desafío de alimentar a una población mundial que puede alcanzar 8.300 millones de personas en 2030, con una demanda de arroz de 771 millones de toneladas”. Con súper plantas que pueda generar mayor volumen de granos las proyecciones serían más benévolas.

El valor de un plato de arroz

Tendiendo en cuenta el enorme crecimiento poblacional que se registrará en 25 años –centrado fundamentalmente en aquellos países que tienen en el arroz una fuente insustituible de alimentos- habrá que redoblar esfuerzos productivos. La producción mundial de cereal llegó a las 618 millones de toneladas el año pasado, pero no es suficiente, deberá incrementarse en cerca de 153 millones de toneladas.

-Se trata de un enorme desafío, ya que la tierra y el agua necesarios para el cultivo de arroz son recursos que continúan disminuyendo como resultado de la urbanización y la industrialización – aseguró Nguyen en el informe de FAO.

Los expertos explicaron que el arroz C4 tiene el potencial de superar el rendimiento de las mejores variedades e híbridos de arroz existentes entre un 15 y 20 por ciento. Pero hasta el momento ésas son cifras de laboratorio ya que pasarán algunos años antes de que las variedades C4 puedan estar disponibles. Y a eso habrá que sumarle el factor de la bioseguridad, “en su momento habrá que asegurarse que son inocuas para el consumo humano y animal y para el medio ambiente”, alertó Nguyen.

Los caminos del arroz

En 2002 se logró secuencias exitosamente el mapa del genoma del arroz en 2002, un hecho revolucionario que abrió la puerta a muchas líneas de investigación biotecnológica. El objetivo común es conseguir variedades mejoras, más resistentes, con mejores rindes o con mayores valores nutricionales, según el caso.

Pero junto a los avances biotecnológicos aparecieron grandes preocupaciones sobre la bioseguridad, la conservación de la diversidad genética del arroz, los derechos de propiedad intelectual y de acceso. Al respecto, la Comisión Internacional del Arroz difundió que es prioritaria la toma de medidas urgentes a nivel nacional para asegurar que las innovaciones beneficiarán a la población local y no conllevan costos a largo plazo para el medio ambiente.

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